Paisaje Cultural de Aranjuez Patrimonio Mundial

Paisaje Cultural de Aranjuez Patrimonio Mundial

El Paisaje Cultural de Aranjuez fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en Helsinki el 14 de diciembre de 2001.

Esto quiere decir que es un lugar de un valor universal excepcional. El Paisaje Cultural de Aranjuez es una entidad singular y muy definida que se ha configurado a partir de las complejas e históricas relaciones que en ella se desarrollan: entre la naturaleza y la obra del hombre, entre los cauces sinuosos de los ríos y el diseño geométrico sobre el territorio, entre la vida urbana y la rural, entre la naturaleza silvestre del bosque y las refinadas formas arquitectónicas.

Con la influencia de la Corona y la riqueza natural como elementos determinantes, el proceso de formación se remonta a su configuración como Real Sitio en el siglo XVI, principalmente durante el reinado de Felipe II, y tiene posteriormente como hitos destacados los mandatos de Fernando VI, Carlos III e Isabel II en los siglos XVIII y XIX. Este paisaje pervive durante el siglo XX, en el que se produce una evolución desde un uso privado y exclusivo por parte de la Corona a una progresiva apertura para el disfrute de los ciudadanos y del conjunto de la Humanidad.

Por eso la UNESCO avaló la declaración sobre dos de los criterios establecidos, los número II y IV.

Según el Criterio II, Aranjuez es testimonio del intercambio y confluencia de distintos valores, manifestaciones y corrientes culturales cuya asimilación intelectual y recreación da lugar a un Paisaje Cultural que, a su vez, constituye un hito referencial e influyente en la conformación de posteriores creaciones de este tipo.

Según el Criterio IV, el complejo diseño del Paisaje Cultural de Aranjuez resulta de la materialización y combinación de obras paisajísticas, arquitectónicas y artísticas representativas de períodos clave de la historia de la humanidad y prototípicas de manifestaciones posteriores en las que se aúnan las relaciones entre el hombre y la naturaleza. Este proceso trasciende el ámbito del mundo occidental en el que se crea para alcanzar aspectos universales de la estética, la ciencia, la técnica, la arquitectura y el arte.

El Paisaje y los Paisajes de Aranjuez

Los ríos Tajo y Jarama son los ejes del Paisaje Cultural de Aranjuez, que engloba un extenso territorio (2.047,56 Ha) en el Sur de la Comunidad Autónoma de Madrid (España), integrado por distintas zonas: las huertas históricas, los paseos arbolados y los sotos (Legamarejo, Picotajo, El Rebollo), el Palacio y los jardines (Príncipe, Isla, Parterre, Rey, Isabel II) y la propia ciudad (el casco histórico). Alrededor del espacio a declarar se establece un área de protección o tampón, que coincidirá con la superficie del propio término municipal de Aranjuez (16.604,56 Ha).

En este enclave destacan aspectos como la influencia flamenca en la ordenación del territorio, derivada de los conocimientos que Felipe II adquiere en sus viajes; la influencia francesa o anglochina en los jardines, con la mirada a las ruinas y el culto a la Antigüedad, o la plasmación de la teoría arquitectónica barroca y neoclásica de la ciudad.

La combinación conceptual de estas zonas da lugar a una serie de paisajes que integran una instancia superior, el Paisaje Cultural, y que son el paisaje del agua (ríos, estanques, presas, canales), el paisaje agropecuario, los jardines, el paisaje ordenado (la geometría inspiradora) y el paisaje construido (el palacio, la ciudad urbana y la ciudad rústica).

Paisaje del agua ha sido el producto de los cursos de los ríos Tajo y Jarama, sobre los que Felipe II desarrolló en el siglo XVI un complejo e innovador sistema de distribución (estanques, presas, canales y puentes), que fue pionero en la ingeniería hidráulica pero, al mismo tiempo, heredero de la tradición islámica y medieval, así como de la tradición del paisaje de Flandes. En este sistema confluyen una función de orden práctico, una función estética y de ocio (fuentes, estatuas) y una función simbólica, la recreación de la Arcadia, un paraíso donde moran los dioses y los reyes.

Huertas y sotos, viveros, casas de cría y prados componen el paisaje agropecuario, elementos inspirados en la variedad de especies, la riqueza y la exquisitez y los experimentos agrícolas. Esta tradición comienza en el siglo XVI y tiene manifestaciones tan trascendentes como la Real Casa de la Monta, base de la tradición española del caballo.

Los jardines representan un tercer aspecto del paisaje: deleite y ocio. Se trata de un amplio abanico tipológico, tanto formal como botánico. Hay jardines españoles de impronta hispanomusulmana y medieval, jardines renacentistas de inspiración flamenca e italiana, barrocos y del clasicismo francés, jardín inglés y jardines paisajistas del XIX. Todos participan a su vez de la variedad botánica al conjugar la colección de especies exóticas, la aclimatación y la experimentación científica.

Otra de las manifestaciones características de este Paisaje Cultural deriva de la geometría, traducida en una deliberada ordenación del territorio que integra tres ámbitos: el espacio natural jerarquizado en calles y plazas, el espacio urbano y el sistema hidráulico al servicio de los dos anteriores.

Y, por último, el paisaje construido o la arquitectura en el paisaje, articulado a partir del Palacio Real, que desde el siglo XVI constituye un elemento generador de la forma del espacio paisajístico; la ciudad urbana del siglo XVIII y la ciudad rústica, colonias agropecuarias insertas en el paisaje, como el Real Cortijo de San Isidro.

¿Cómo se protege el Paisaje Cultural de Aranjuez?

El Paisaje Cultural de Aranjuez se halla bajo la tutela de las administraciones estatal, comunitaria y local. Cuenta con un adecuado sistema de protección y gestión, con una sólida base jurídica que permite garantizar la salvaguarda de los elementos singulares que configuran este territorio.

Dentro de la amplísima y excepcional normativa que afecta a los bienes de Aranjuez hay dos instrumentos jurídicos específicos de especial alcance:

  • la declaración de Conjunto Histórico de 1983, que supone una garantía de conservación del casco histórico,
  • y el Plan General de Ordenación Urbana de 1996 en el que se establecen una serie de pautas para un desarrollo respetuoso y armónico con la conservación de los valores de Aranjuez.

Integridad del Paisaje Cultural de Aranjuez

Uno de los valores del Paisaje Cultural de Aranjuez es su carácter unitario. El área declarada Paisaje Cultural incluye prácticamente la totalidad de los elementos y atributos que lo configuran: atravesada por el cauce del río Tajo, integra gran parte de los sistemas de riego y estructuras hidráulicas históricas, la totalidad de las huertas, los jardines históricos, el trazado de calles y plazas arboladas, el Palacio Real y el casco histórico (la ciudad del siglo XVIII).

Otro valor es su carácter intacto. Los elementos y atributos del bien son objeto de las medidas de conservación y preservación necesarias para mantener sus caracteres y propiedades originales. Los elementos del paisaje del agua (sistemas hidráulicos y de riego) mantienen su función y usos en la actualidad. Las huertas históricas y el trazado de calles y plazas arboladas apenas han sido alterados y son objeto de una permanente conservación y renovación, de manera que se mantienen las superficies cultivadas. Los caracteres identificativos de los jardines históricos son objeto de un cuidado constante que permite perpetuar su uso lúdico y cultural. El Palacio Real se conserva íntegro tanto en su aspecto inmueble como mueble, y cumple en la actualidad una función tanto cultural como protocolaria e institucional. La ciudad del siglo XVIII aúna su misión original, como era la vida cotidiana de los vecinos de Aranjuez, con su dimensión cultural y estética, y conserva el trazado viario, la tipología arquitectónica y un amplio catálogo de arquitecturas singulares.

Autenticidad del Paisaje Cultural de Aranjuez

El Paisaje Cultural de Aranjuez mantiene el diseño original de sus elementos (arquitectura, urbanismo, jardines, sistema hidráulico y paseos arbolados) sin agresión alguna, más allá de una discreta intrusión, de las vías modernas de comunicación. El histórico trazado del ferrocarril del siglo XIX, que fue la segunda línea ferroviaria de España, incorpora un atributo fundamental de nuestra cultura contemporánea.

La relevancia del Paisaje Cultural de Aranjuez tiene un sustento histórico, cronológico y espacial: Aranjuez como obra que desde sus orígenes en el siglo XVI refleja el mecenazgo y el esplendor de la Corona Española, personificada en dos de los monarcas más importantes de la Historia universal, Carlos I y Felipe II; Aranjuez como lugar de confluencia de las ideas y elementos estéticos y científicos de distintas épocas y de todo el mundo y, a la vez, Aranjuez como lugar generador de ideas, lugar de influencia y referencia a partir de ese momento y a lo largo del tiempo, proceso sin fin que llega a día de hoy, pese a haber perdido su función originaria de residencia real.

 Procedimiento a seguir en Zonas de Protección Arqueológica

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