Oscar Herrero y Mario Herrero

La guitarra es un instrumento muy particular, con una faceta académica y otra popular que han convivido desde sus inicios. Por su fácil transporte y por ser capaz de acompañar con acordes a la voz humana, ha sido siempre el instrumento que ha tocado el pueblo llano y el que ha definido gran variedad de estilos en cada cultura y sociedad.
Uno puede hacer sonar la guitarra y que en unas pocas notas o acordes quien le escuche se traslade a la Francia del gipsy jazz, la Portugal del fado, el Brasil de la bossa nova o la España del flamenco.
Sin embargo, la guitarra también es un instrumento polifónico y en él se pueden tocar varias notas a la vez, se puede acompañar a sí mismo. Esto la hace perfecta para ser solista, como el piano, y también hace que con ella se puedan componer o adaptar obras instrumentales complejas. Los estilos de música por un lado se conforman a través del pueblo, pero por otro los crean los grandes maestros, y a la guitarra uno puede recrear también las piezas de Bach, de Falla, de Piazzolla o de Tárrega.
En este espectáculo, el guitarrista flamenco Oscar Herrero, ganador de los Premios de Jerez y La Unión y ampliamente reconocido por su labor como compositor y pedagogo, rinde homenaje de nuevo a la guitarra de concierto, pero esta vez en su vertiente más esencial, la de ser representante de géneros musicales diferentes. De una u otra forma, sea a través de la música culta o popular, la sonoridad de la guitarra es capaz de recordarnos al origen más puro y esencial de las músicas que escuchamos. La guitarra se escucha en los bares y en las calles, pero también en las grandes salas de concierto. Es un pedazo de madera que te hace viajar en el tiempo y en el espacio, y de esa madera se forma el
tronco que estructura las particularidades sonoras de cada civilización.
Las músicas autóctonas, las adaptaciones para guitarra de grandes obras de la historia de la música y las piezas flamencas de Oscar Herrero son las protagonistas en este concierto a dos guitarras, que realiza acompañado por su hijo Mario Herrero, sacándole así las máximas posibilidades a la sonanta, capaz de generar en este formato, también, aportes de valor incalculable.